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lunes, 21 de octubre de 2024

QTE

 

             


            El código Morse –ideado por Samuel Morse en 1832- consiste en combinaciones de puntos y rayas para formar letras y palabras, muy útiles en comunicaciones mediante el telégrafo. La letra A se escribe con un punto y una raya (·-), la M con dos rayas (--), pero la Q se simboliza con dos rayas, un punto y una raya (--·-). La T es una raya (-) y la E, solamente un punto (·).

             Los telegrafistas –y más aún los radioaficionados que practican esa modalidad de comunicación- se valen de abreviaturas de tres letras en Morse para sintetizar una frase entera. Así, por ejemplo, “QTE” hace referencia a la posición geográfica de las estaciones que mantienen una comunicación. Pero sucede que, tal como se explica en el párrafo anterior, si a la letra Q (--·-) la descomponemos en dos partes, nos estaría quedando una M (--) y una A (·-).

 La chanza que suele hacerse a los operadores novicios en telegrafía es ponerlos a hacer “QTE”, con la oculta intención de que preparen y ceben MATE. QTE, un fonema que, con un poco de imaginación y buena voluntad, hasta puede sonar a guaraní.

 

 

sábado, 10 de junio de 2017

La radio siempre presente

En este trance de la convalescencia -me encamino a los dos meses de reposo primero absoluto, luego me levantaba sólo para comer, luego mitigado y ya tengo permiso ahora para caminar algunas pocas cuadras- he hecho cosas que jamás hice, como ver películas enteras en la tele.

En ese contexto hace un par de semanas mi amigo Fernando Arias España hizo lo que su espíritu de vecino, solidario y radioaficionado le inspiró: me trajo un dvd con la película "Si tous los gars du monde" (Si todos los hombres el mundo) filmada en 1956 por el francés Christian Jaque.

Brevemente: quince pescadores entre los que hay italianos, franceses, bretones y un africano contraen botulismo en alta mar y su vida dependerá de la medicación que se les pueda hacer llegar en un lapso de doce horas cuando ellos están a dos días de la cosa noruega.

Llamados reiterados de radio, un radioaficionado que capta el S O S en Togo y entonces la historia se convierte en la gran carrera que éste y otros radioamateurs emprenden para conseguir un médico que los diagnostique a través de las ondas hertzianas, dé las indicaciones médicas y se sumen otros eslabones que incluyen azafatas pilotos, civiles y militares que en algún caso juega su vida para hacer llegar la medicación a un avión que partirá desde el lado comunista de Berlín. Todo eso antes de transcurridas doce horas desde el momento el diagnóstico.

La solidaridad entre desconocidos en tierra, los caracteres (des)encontrados abordo con la muerte respirándoles en la nuca, y el final feliz previsible para una historia donde el verdadero protagonista es la radio como medio alternativo, eficiente y solidario de comunicación.

Yo no estoy en el Lutecia (nombre del barco en cuestión), pero le agradezco a Fernando la visita, la lata de yerba y la película con que vino provisto para ayudar a mi cura. 5-9 lo suyo, colega, haciéndote presente aún sin necesidad de prender tu radio.

Si gustan, acá está el link de la película:
 http://extremp3.com/GY5pLSeZhkA@Si_todos_los_hombres_del_mundo_Francia_1956.html

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