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martes, 26 de diciembre de 2017

Nombres que dan qué hacer


         Hay personas que viven tan unidas a su ocupación que su sola separación de la misma las convertiría en meros anónimos sociales: tan estrecha es su relación que es por su actividad que se los conoce. Nuestra propia historia da muestras de ello, y en muchos casos debido a una curiosa situación creada en las oficinas migratorias de estas orillas del Plata durante la llegada de colonos alemanes, judíos, rusos o polacos, por citar algunos de habla muy diferente de la local. Así han aparecido los Herrero, que pasaban a ser Ferrero si su origen era italiano; o los Mercader, muy posiblemente de origen libanés. La diferencia de idiomas creaba situaciones por demás molestas que tornaban muy fácilmente en discusiones encontradas, probable origen del apellido Contreras.

¿Do you speak criollo?
        La cuestión pasaba por entender al extranjero su nombre y apellido, algo que no siempre era fácil de pronunciar ni de escribir. Así, los agentes de migraciones optaron por asentar como apellido el oficio que el inmigrante declaraba, que las más de las veces era una ocurrencia del momento ante el temor de ser rechazados si manifestaba no tener una actividad específica que viniera a realizar. Muchos fueron los Cipolla, apelativo dado a los italianos agricultores que entre otras cosas cultivarían, suponían los atribulados empleados, cebollas. Y en una época en que el caballo era el medio de transporte por excelencia, hacía falta de muchos Herreros, en tanto que muchos otros eran Caballeros.

Dicho sea de paso, en la escuela se nos ha enseñado en qué consisten los patronímicos: aquellos apellidos que derivan del nombre del patriarca familiar y que por naturaleza se han extendido entre nosotros los de origen español. Los Ramírez descienden de algún Ramiro, los Rodríguez de un tal Rodrigo, los Domínguez de Domingo, y los Pérez derivaron de Pedro. Lo curioso es que la historia no nos muestra tanta cantidad de personajes llamados con estos nombres como para justificar su generosa extensión en las modernas aunque ya obsoletas guías telefónicas. Mucho más familiares y difundidos son nombres como José, Carlos o Luis cuyos patronímicos nos resultan absolutamente desconocidos. López es uno de los apellidos más comunes en las sociedades de origen español. Sin embargo no recordamos a ningún Lope más allá de Lope de Vega y nos negamos a atribuirle a él tan prolífica descendencia.

Dime lo que haces...
La cuestión de los apellidos y las ocupaciones nos permite un entretenimiento que por divertido no deja de guardar el debido respeto por las personas involucradas. Si bien no se trata de una profunda investigación, una primera aproximación al tema nos ha acercado ocupaciones y apellidos muy ligados entre sí, muchos de los cuales son respetables habitantes de nuestra comarca citybellense.
José Barrita, barrabrava. (Captura de Youtube).

Años atrás, las páginas policiales de la prensa dieron notoriedad al señor José Barrita -epitetado "El Abuelo"-, por tratarse precisamente de un barrabrava del club Boca Juniors. Barrita era su verdadero apellido y no su apodo, según las informaciones. Quien también se trae lo suyo es Gerardo Maffia, un hombre que se gana la vida comercializando detectores de alarmas.

Ernesto Cardenal, comprometido con las luchas sociales en Centroamérica, es antes que ello un sacerdote, quien tal vez aspire a ostentar el cargo canónico que inviste su apellido. En materia de religiosos -un rubro que nos ha dado suficiente letra para el presente artículo- no podemos omitir, con todo respeto, a uno de los más ilustres arzobispos de La Plata, cuyo apellido pondría en duda su capacidad para mantener el secreto de confesión. Es el caso de monseñor Juan Chimento, está claro, fallecido hace ya algunas décadas.

Alfonso Milagro, sacerdote.
Si de purpurados se trata, no vamos a dejar fuera de la lista a monseñor Fortunato Devoto, asesor de la antigua Sociedad de San José, dedicada a la beneficencia. Otro sacerdote -aunque conocido por sus dotes de escritor- carga sobre sus espaldas un apellido muy ligado al poder que otorga la fe, tanto como que se llama Alfonso Milagro.


Pocos lo saben, pero se les llama "curas" a aquellos sacerdotes que están al frente de una parroquia, con lo que no todos los sacerdotes lo son. Sin embargo, hay quien aún habiendo sido separado de la Iglesia Católica sigue siendo cura, como es el caso de Eduardo Fabio Cura, sacerdote de la llamada Iglesia Misionera, prohibida en el país desde 1996.

Por su parte, un monseñor especializado en temas referidos a las persecuciones sufridas por la religión, porta un apellido muy ligado a esa circunstancia: es el español Vicente Cárcel. Y si hablamos de sacerdotes, hemos de postrarnos de rodillas ante este caso de la Iglesia guatemalteca: el padre Mario... Orantes.

Pero las palmas en este rubro, hasta el momento se las lleva quien se desempeñó como Papa de la Iglesia entre septiembre de 1914 y enero de 1922. Quien fue conocido como Benedicto XV era un italiano llamado Giacomo della Chiessa. "Della Chiessa", en la lengua itálica, no quiere decir otra cosa que "de la Iglesia". Lo que se dice un destino signado por el apellido.

No tenemos palabras para el caso de Joaquín Martín Abad, naturalmente que sacerdote…

Ligado al tema eclesiástico pero sin haber tomado los hábitos encontramos al doctor Fernando José Talón. Con semejante apellido no encontró mejor compromiso que el de ser secretario general de la Sociedad de... ¡Peregrinos a Pie al Santuario de Luján! Quien sí vistió sotana y fue vocero del Arzobispado de Mendoza -y como tal lleva en el alma la vocación por la Buena Noticia- se llama Sergio Buenanueva, y está todo dicho.

Radio María es una cadena de emisoras dedicadas a la difusión de la devoción a la Santísima Virgen María. En la cabecera de Córdoba la programación está a cargo de una joven que no podía tener mejor apellido. Se llama Gabriela Lasanta. Y si bien desconocemos su ocupación, nos permitimos adosar a este párrafo a la señora Santa Rodilla, ya que si no se especializa en traumatología, bien podría ser una devota de la oración.

Polirrubros
Tomás Alba Edison. La claridad.
   Con sus diez años, José Agustín hizo un descubrimiento que aportó prestamente a su papá, autor de esta antología: Tomás Edison, inventor de la bombilla incandescente, la vulgar lamparita de luz que tanto servicio presta cuando se esconde el sol, tenía un segundo nombre: Alba. El alba es el momento en que se hace la luz, en que el sol "nace" tras la oscuridad de la noche...

       En City Bell no pocos recordarán la calidez de un matrimonio que durante años atendió un puesto de flores y plantas en la feria local. Se trataba, precisamente, de la señora Beti La Pera acompañada por su esposo, el señor Coco Flores. Sin duda, un caso de antología. Como el del señor Pedro Pedrazzi, dedicado en la capital bonaerense a los materiales de construcción y, por supuesto, la venta de piedras. Algo parecido sucede con el señor Rodolfo Allolio, productor de aceites, especialmente de oliva, el cual elabora en la provincia de Mendoza. La aclaración que corresponde es sutil: allolio, en italiano, quiere decir... al aceite.

Vivir a "pan y agua" es una manera de decir que uno no tiene mucho para comer. Por ello debe ser que cerró sus puertas un antiguo restorán de la zona cuya gerencia estaba a cargo de la señorita Liliana... Paniagua. A su vez, Wálter Binder dedica su vida al comercio de libros. Lo conocimos en una de las ferias de la especialidad que suele organizar en colegios. La curiosidad que lo hace partícipe de esta antología es que "Binder" quiere decir, en inglés, "encuadernador".
Coco Flores, florista. Fotografía escolar de 1939.

Jorge Ferroni es un entrerriano radicado en City Bell, quien además de vender materiales de demolición, ofrecía entre ellos buena variedad de hierros. En nuestros apuntes figura también un vecino del barrio Los Porteños, inmigrante portugués y floricultor casi por la fuerza de la sangre. Sí, adivinó, su apellido es Dos Ramos.

Servidores públicos
Años atrás, cuando este escriba cumplía su servicio militar en el Batallón 601 de esta ciudad, tenía un superior -sargento por aquellos años- de apellido Choque. El recluta no pudo disimular una sonrisa cuando supo que estaba al frente del taller de reparaciones de vehículos de la unidad militar.

Ernesto Cisterna lleva su vocación en el apellido. Es bombero, y poco haría frente a un incendio sin un recipiente para almacenar el agua que alimente la manguera. Del mismo modo, Alejandro Bottoni parece no haber encontrado más opción que hacerse… policía, oficio que en lunfardo puro recibe el calificativo de botón.

Casi, casi una suerte para la desgracia -parafraseando a Pepe Biondi- es la del señor que tras subir al techo de su casa para reparar unas goteras se encontró con una ametralladora y sesenta y tres proyectiles 9 mm. Parece broma, pero el hombre del hallazgo se llama Néstor... Trabucco. En el mismo rubro encontramos a Rolando Granada, Gerente del Centro Atómico Bariloche. Y si bien nuestra opinión no es terminante en el caso, creemos que Diego Bálsamo no es una identidad adecuada para un comisario de la Policía bonaerense.
Rolando Granada, físico nuclear (www.formosa.gob.ar).

Hace poco supimos que en una gestión anterior, al frente de la secretaría de Espacio Público de la Municipalidad de La Plata fue nombrado el señor Gabriel Céspedes. 

A toda velocidad
          José Luis Carreras es un convecino que tiene lo suyo. Si bien se gana la vida con su taller de chapa y pintura, el "Negro" Carreras fue, en sus ratos libres, piloto de autos de... carreras. Y ya que en el rubro tuerca estamos, hemos sabido de un alemán, ganador cuatro veces de la tradicional competencia de Las 24 horas de Le Mans. Un circuito donde la confiabilidad de los motores es fundamental. Y los motores funcionan con bielas en su interior. El alemán ganador se llama Frank Biela.

En la Fórmula 1 se ha enrolado un piloto norteamericano que lleva el éxito impreso en su apellido: se trata de Scott Speed. Sin auto pero con buenas piernas se anota en este rubro el atleta Agustín Carrera: es récord nacional en 110 metros con vallas.

Ejemplos diplomados
El ingeniero Santiago Maíz ha hecho nutrida experiencia en la industria de maquinarias agrícolas, en tanto que su padre -con igual apellido- dedicó su vida al cultivo de esa planta choclera. 

           Por su parte el doctor Juan Carlos Ayllón, médico, comparte con su colega el pediatra Álvaro Cortés el que ambos hayan bautizado Dolores a una de sus hijas. Seguramente si sus padres fueran farmacéuticos, las niñas se llamarían Remedios. De paso sea dicho, en Villa Elisa habita o habitó otro médico que garantizaba con su apellido el éxito de su tratamiento aunque bien podía haber sido sacerdote: se trata del doctor César Cura. No podríamos decir lo mismo de un reconocido gerontólogo de la zona: se apellida Lagonía. Y en La Plata, hemos detectado a Luis Cuello, médico, obviamente que traumatólogo.
Dr. Álvaro Cortés: un nombre para mi hija (www.eldia.com).

En cuestión de galenos, hemos recogido más apuntes. Raúl Matera fue una destacada figura del quehacer científico y político de la Argentina, país en el que a la cabeza suele llamársele "mate". Su especialidad era la neurocirugía. Pero por si alguien es un exquisito del idioma y reniega de ese lunfardismo, sabemos de un neurólogo apellidado Cabeza, además de un conocido otorrinolaringólogo llamado Juan Garganta. Del mismo modo supimos de una nutricionista de apellido Delgado, además de Lucía De la Fuente y Carolina Costilla, de igual especialidad.

A manera de secreta confesión de uno de los facultativos involucrados párrafos arriba, hemos tomado nota de que la doctora Vagineta se ha especializado en ginecología, al igual que sus colegas Verga y Lagrutta. Ante tremendos ejemplos, parece un cuento de niños que la doctora María Liliana Abajo haya elegido la misma especialidad. Y ya que estamos por esa zona de la anatomía, no desentona decir quPablo Colaci es médico urólogo.

Rubén Gatti es veterinario, y en un doble mérito para figurar entre estas líneas hay que decir además que es vicepresidente de Asociación Argentina de Medicina Felina.

Rubén Gatti, especialista en gatos. (Captura de Youtube).
Por su parte, Cecilia Calzona eligió abrazar la profesión de médica, con una especialidad que bien podría ser también signada por su apellido: la gastroenterología, cuyos trastornos bien pueden tener efectos negativos sobre cierta prenda interior, a menudo llamada calzón. Igual especialidad vincula a las señoritas Culetto y Lanzo, ambas secretarias de un reconocido gastroenterólogo de la ciudad de La Plata.

Roberto Garrote es médico, y a pesar de su apellido se desempeñó en el Servicio de Violencia Familiar del Hospital Pedro de Elizalde. Es de imaginar la desazón de quien concurre a ese servicio en estado de desesperación y topa con semejante apellido para asistirlo en cuestiones de violencia y agresión. Pero el apellido da para más: un secretario de la Oficina de Concursos del Consejo de la Magistratura de la justicia federal respondía al contradictorio nombre de Ángel Garrote. Una muestra de que la justicia con sangre entra y que a Dios rogando y con el mazo dando. Y ya que la medicina va de la mano de las Obras Sociales y sus benditos bonos de consulta, no sorprende que en una oficina de IOMA la médica auditora se apellide Guidobono.
  
         La doctora Paola Marfil, oh casualidad, es odontóloga, en tanto que Carlos Ven se especializó en cardiología.

 Hojeando una guía de profesionales hallamos algo en común entre las siguientes personas. Daniel Casas, Silvia de la Losa, Rubén Puente, Mónica Baños y Norberto de la Torre no podían ser otra cosa que arquitectos, y de hecho lo son. Y un circunstancial paseíto por el centro platense nos devolvió otro dato propio de estos apuntes: un cartel suspendido en una ventana anunciaba que el inmueble estaba disponible para ser alquilado. ¿La inmobiliaria? Una de la ciudad de Buenos Aires llamada "Paz-Casas-Cuevas". Condenado a su destino fue también un profesional que se desempeña o desempeñaba en la Universidad Nacional de La Plata, cuyo apellido es Waterdrinker (bebedor de agua). Resulta ocioso aclarar que su especialidad es la hidráulica.


Quizás quien más aspiraciones ostente en el desempeño de la abogacía sea la doctora Elsa Corte, cuyo solo apellido apunta al pináculo mismo de uno de los tres poderes del Estado. Objetivos más cercanos parece haberse fijado la doctora Camino, doctora en leyes también, especializada, por cierto, en accidentes de tránsito. Aunque la doctora Della Pena es quien hace sentir la fuerza de su apellido en la definición de su trabajo: ella es agente fiscal.
Alejandro Amor: haya paz. (www.elintransigente.com).

Un artículo de la revista FOCO, órgano de la Asociación Formar Conciencia, se ocupaba de aconsejar acerca de la organización del tiempo libre de los hijos, una manera de regir sus actividades. Resultó increíble para este cronista leer la firma de su autor: un señor apellidado "Regidor". Eso sí: más pavura causa saber que uno ha de tener que litigar contra la abogada Bárbara Lucha. Lo que se perdió Karadajian, vea. Pero para contrarrestar la cuestión, cabe decir que Alejandro Amor es Defensor del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Un buen apellido para defender las causas ajenas.

La Directora Provincial de Prevención Comunitaria de la Secretaría para la Prevención de las Adicciones y la Drogadependencia de la administración del gobernador Duhalde parecía conocer muy bien las ansiedades que conducen al consumo de estupefacientes, tanto como que se llamaba Angustias González. Por su parte, el comisario Miguel Rueda parece haber encontrado en su apellido el camino de su vida: llegó a desempeñarse como jefe de Seguridad Vial de la Policía de la Provincia de Buenos Aires.

"Tengo que conseguir mucha madera... construiré una balsa y me iré a naufragar"... escribía años atrás Lito Nebbia, aún cuando ignoraba la existencia del matrimonio formado por la señora Haydée Maderal y el hoy fallecido doctor Raúl Balsa.

          Parece broma pero no lo es: la doctora María Teresa Panzitta es coordinadora del curso de postgrado sobre Aspectos psicológicos de la obesidad y trastornos alimentarios.
Doctora Panzitta. Especialista en obesidad. (Captura de Youtube)

Un paseo por la reserva natural Sierra del Tigre, en las afueras de la ciudad de Tandil, nos permitió saber que un señor dedicado a la momificación de animales (taxidermia o embalsamamiento), lleva en el apellido una alusión a su trabajo. Según un cartelito, se llama Alberto Coattí. Del mismo modo, Julia Malvina Gambetta no pudo eludir su destino de deportista, ni Miguel Campos el suyo, como secretario de Agricultura acompañando la gestión del presidente Kirchner. Y el hoy fallecido Agustín Mercado no pudo elegir otra profesión que la de contador, del mismo modo que el presidente del Banco Santander no podía ser otro que Emilio Botín.

Emilio Botín. Banquero.
Si bien nada los relaciona con sus actividades, hay casos que querríamos adosar a esta larga lista. Uno es el caso de María Luz del Valle Ceñal, quien si no fuera por una cuestión ortográfica, podríamos decir que es en sí misma un faro luminoso entre las montañas.

Conocimos a un vendedor de automóviles llamado Domingo Faustino Sarmiento quien, cuando le deslizamos un comentario acerca de su ascendiente histórico, no ocultó su emoción al relatar que acababa de venderle un vehículo a un tal Aberastain, descendiente directo del famoso amigo del Gran Sanjuanino.

Si no fuera porque está preso y acusado de homicidio, podríamos reírnos de sólo saber que Roberto Rejas era guardiacárcel.

Y siguen las firmas
Y una muestra de la internacionalidad el tema la encarna Alexis Cummins Lamborghini. Cummins es una famosísima marca norteamericana de motores de camiones y ómnibus; y Lamborghini, de autos deportivos italianos. Pero Alexis trabajaba en PSA Peugeot-Citroen Argentina, en la división motores.

Los trabajadores y gremialistas no estás afuera de esta nómina. Walter Correa fue alguna vez secretario general del Sindicato del Cuero. Y en materia de oficios, nos gustaría saber a qué se dedica la señora Alicia Gubia de Pinzas. Agreguemos que Matías Ola es nadador en aguas abiertas, y que Federico Norte es meteorólogo, aunque bien podría ser guía turístico. Entre los especialistas en el clima y la meteorología contamos también a Fernando Torrente y Juan Pablo Ventoso, quien en realidad hace del estudio climático sólo un hobby.
Matías Ola. Nadador. (wwwdiarioelsiciliano.com.ar).

Otro caso especial y que recuerda a aquella publicidad de cerveza, es el de la señora Elba Desiste, quien contrajo matrimonio con el señor Echarte. Así, su identidad pasó a ser Elba Desiste de Echarte, una afirmación que, si bien no garantiza ocupación laboral, al menos habla a las claras de la amplia tolerancia de la dama para con los molestos e inoportunos.

En ese sentido, creemos que hay dos colegas que han equivocado no su profesión de periodistas, aunque sí su especialidad: Pablo Gallo y Pato Álvarez se especializan en turf, aunque sus apellido en un caso y apelativo en el otro, indican otra cosa... También parece haber elegido mal la licenciada María Alicia Braile, quien en lugar de especializarse en no-videntes optó por ser fonoaudióloga.

La gente del interior también aporta lo suyo, y los vecinos de la ciudad de Lincoln no habrán de olvidar al querido señor Fotti, infaltable en cuanto acontecimiento ocurriera. Fotti, casi una obviedad, fue por muchos años "el" fotógrafo local.

Finalmente, y antes de agradecer a quienes solidariamente continúan acercándonos casos curiosos como los referidos en estas páginas, no puede escapar a la antología el mismísimo dibujante que supo ilustrar muchas de nuestras crónicas, aunque no sea muy original para un dibujante llamarse Carlos Pinto. En materia de arte, hemos registrado también a Leo Viola como un destacado violoncelista, lo mismo que Guillermina Fa, un bello apellido para una concertista de piano como es ella. Por su parte, a Diego Mano no le falta con qué tocar el piano, cosa que, por cierto, no hace nada mal. Pablo Músico y Gastón Paganini son músicos y docentes, y no hay mucho más que agregar.

Domingo Cura.
Leandro Devecchi recuerda que tuvo como docentes en el colegio Fray Mamerto Esquiú a la profesora Flores, en Biología; a la profesora Arroyo, en Geografía; al profesor Santa Cruz, en Religión y al profesor Pinto, en Artes Plásticas.
Con seguridad, a esta altura el lector habrá agregado varios casos más a la lista. La posibilidad de que existan es tan vasta como la humanidad misma. No habremos de terminar sin referir que Domingo Cura no fue sacerdote, por más que nombre y apellido refuercen esa tesis. En todo caso, puede decirse que a la música la interpretaba como los dioses, lo cual no es suficiente para ponerse la sotana, razón por la cual no podríamos colocarlo en la nomina de nombres que dan trabajo.


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