martes, 21 de agosto de 2018

Réquiem


El pueblo te nombra, Héctor. Te llora. Por citybellino, por pincharrata, por Del Tufo, pero por sobre todo por buen tipo. Si no robar ni matar alcanza para serlo, tenés méritos de sobra. Fuiste una especie de ave Fénix. Perdiste tu verdulería y anexos. ¿A quién le importa el por qué? Lo que vale es que te reinventaste, que empezaste a resurgir de la nada. Habrás tenido quién te ayude, seguro. Y teconvertiste en el "muchacho" (a nuestra edad es un orgullo que nos consideren así) del cloro, el carbón y la leña; el de la bicicleta de reparto.


Y seguiste siendo "Huevo". Me preguntaron por qué el apodo. Muchos recordamos al pibe de cabeza ovalada y cabello casi amarillo. 


No me perdono no tener una foto tuya en mi archivo. Pero la que encontré es de 1939, cuando tu papá estaba en el primer grado de la escuela 12. ¡Y se parece tanto al "Huevo" de treinta años después! Por eso la publico acá. Además, porque al saber que partiste mi pensamiento fue de inmediato para tus Viejos: Oreste y Renata. Ellos y tus hijos no han de encontrar consuelo.
Tal vez prefieran imaginarse que saliste montando tu bicicleta, y te fuiste de reparto. Andá despacio, Héctor. Cuidate mucho.

9 may 18

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